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Pontevedra, la ciudad de los puentes

Tan sólo en el municipio de Pontevedra hay más de trescientos puentes sobre ríos y regatos, desde el Lérez al Gafos, pasando por el Almofrei o el Verdugo. La historia y el origen de la ciudad están vinculados a un primer puente romano original del que no se han encontrado vestigios y al que se debe su nombre Ponte Veteri, donde en la actualidad se encuentra en puente del Burgo. Otro puente con mucha historia en el municipio es el de Ponte Sampaio, que une Pontevedra con Soutomaior. Un paseo por la ciudad de Pontevedra a orillas del Lérez es un claro reflejo de su historia desde el puente más antiguo, el del Burgo, al más reciente, el puente de las Corrientes.

Puente Burgo Puentes

Puente del Burgo

La historia de Pontevedra está inseparablemente ligada a la del viejo puente romano, Ponte Veteri. El hallazgo de un miliario de Adriano, datado en el año 134, indica que podría estar aguas abajo respecto del actual, el puente del Burgo. Su origen se remonta al siglo XII debido al estado ruinoso del anterior, que había servido para bautizar la ciudad y formar parte de su emblema heráldico.

El puente actual es resultado de varias reformas a lo largo de los siglos. El primitivo contaba con quince arcos, de los que solo once son visibles en la actualidad, quedando soterrados el resto, hecho descubierto en las excavaciones de 2006.La primera gran reforma se produjo en el siglo XVI y en el siglo XVII sufriría las consecuencias de una gran riada. Un dibujo de Pier María Baldí del viaje de Cosme III de Médicis de 1669 ofrece una radiografía del puente en esa época, y del pequeño castillo que se encontraba en la cabecera norte, y la torre del puente en la cabecera sur. El conjunto fue destruido tras la invasión inglesa de 1719. Ya en 1954 se realiza una gran reforma para reforzar las bóvedas y en la cual se labraron las conchas de vieira por el Camino de Santiago.

Recientemente se ha realizado una remodelación que lo ha convertido en un puente peatonal y dotado de varios tipos de iluminación, como la de los puntos azules que marcan el Camino de Santiago y la que ilumina los arcos.

Puente del Burgo iluminado

Puente de los Tirantes

El puente de los Tirantes se inauguró en el año 1995. Nueve años más tarde fue seleccionado como uno de los 33 puentes más singulares de la historia de España por el Ministerio de Fomento. Esta nueva infraestructura sobre el Lérez marcó una nueva estética en la ciudad, completada con el auditorio y el recinto ferial. Se trata de una obra de Leonardo Fernández Troyano y Javier Manterola que plantearon un puente de un solo vano de 120 metros de largo, torre de hormigón armado de 63 metros de altura de la que salen 17 pares de tirantes, los delanteros sujetando el tablero, y los traseros apoyados en dos bases de hormigón en tierra firme, actuando a modo de contrapesos que equilibran los esfuerzos de la torre.

El puente marca el inicio de las sendas que discurren por el río Lérez y llegan a la Illa das Esculturas, un lugar de gran belleza natural donde disfrutar del senderismo, el arte y la cultura.

Puente Tirantes Puentes

Puente de los Tirantes

Puente de las Corrientes

El de las Corrientes, inaugurado en el año 2012, es el puente más reciente de todos los que cruzan el río Lérez en la ciudad de Pontevedra. Es un puente en arco Bow-string o arco atirantando con vano único de 132 m. Consta de dos arcos metálicos, de los que salen 17 cables que sujetan el tablero. A los dos extremos hay dos tubos, que conectan las dos orillas. Este puente permite la movilidad tanto de vehículos como de peatones, al incorporar zona para viandantes y carril bici.

Puente Corrientes 2 Puentes

Puente de las Corrientes

Puente de la Barca

El puente de la Barca debe su nombre a las embarcaciones que cruzaban este lugar de los monjes benedictinos. El 1867 se construye una estructura de madera con una zona levadiza para permitir el paso de los barcos de mayor tamaño que se dirigían a los muelles cercanos del puente del Burgo. Más tarde, en el 1887, el deterioro de la estructura y el ruido de la zona levadiza propician la construcción de un nuevo puente que no concluiría hasta el año 1905.

La parte central de la estructura, que se puede contemplar hoy día, era de metal, debido a las tendencias de la época, pero no se tuvo en cuenta los efectos de la salinidad. Por ello a mediados del siglo XX se inyecta en la estructura hormigón y más tarde de se remodelan los estribos sustituyendo los arcos por otros de mayor tamaño para ensanchar las avenidas de Uruguay y Corbaceiras, por un lado, y por el otro, con motivo de la construcción de la AP-9. Recientemente se ha renovado la iluminación del puente y la marquesina de madera que protege las aceras.

Puente Barca Puentes

Puente de la Barca

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