En un recorrido por la villa aparecen ante nuestros ojos pazos y casas señoriales como reflejo del esplendor que la ciudad vivió en otras épocas, símbolo de poder de nobles y familias acomodadas.
La conocida como Casa del Barón, el actual Parador de Pontevedra, constituye un claro ejemplo de palacio renacentista del siglo XVI, Los condes de Maceda, el Marqués de Figueroa y Atalaya o el barón de la Casa Goda, Eduardo de Cea y Naharro, fueron algunos de sus propietarios. La torre y las espaciosas logias sobre columnas de granito son del siglo XVIII, y destaca en su interior una impresionante escalinata de piedra labrada.
Palacete de las Mendoza
Otro de los edificios señoriales más destacados es el palacete de las Mendoza, situado en la avenida de Santa María, y muy próximo a la Basílica de Santa María La Mayor. El solar fue adquirido en el siglo XIX por Soledad Méndez Núñez, hermana del famoso marino Casto Méndez Núñez. La ejecución y el diseño del palacete fueron encargados al arquitecto Alejandro Sesmero y se mantienen en la actualidad como eran entonces. Más tarde el palacete pasaría a ser propiedad de Carmen Babiano, y, finalmente de las hermanas María y Concepción Mendoza Babiano, últimas propietarias. Este lugar fue el centro de reuniones y tertulias de importantes personalidades y en la actualidad es la sede de Turismo Rías Baixas. La escultura que luce su exterior fue realizada por el escultor gallego Paco Pestaña sobre un viejo tejo del siglo XIX.
Merece también especial atención la Casa das Campás, cuya denominación aparece documentada por primera vez en el año 1587. Es uno de los edificios civiles más antiguos de la ciudad, cuya fachada presiden dos labras heráldicas del siglo XV. En esta destacan además tres puertas con grandes dovelas, trazos característicos del s. XV, de las cuales dos finalizan en curiosos arcos conopiales. La casa fue levantada por algún miembro de los Puga que poseían en Ribadavia (Ourense) su solar. La presencia de este linaje en ambos lugares no es casualidad, ya que los vinos de Ribadavia eran muy demandados por puertos del Cantábrico, y embarcaban sobre todo desde el puerto de Pontevedra. Esta casa se relaciona también con las aventuras del pirata pontevedrés Benito Soto conocido como el último pirata del Atlántico, nacido en el barrio marinero de la Moureira en 1805. Se dice que este escondió parte de su tesoro en la casa, aunque nunca apareció. En la actualidad es la sede de la Vicerrectoría del Campus de Pontevedra de la Universidad de Vigo.
Teatro Principal
El solar que hoy ocupan el Liceo Casino y el Teatro Principal era en el que hasta el S.XIX se levantaba la Iglesia de San Bartolomé o Vello, que presentaba estado de ruina y pese a la gran oposición popular, se decide su derribo en 1842. En el año 1864 se inician las obras del edificio para la Sociedad del Liceo Casino con teatro anexo, conocido posteriormente como Teatro Principal. El autor del proyecto del Liceo Casino fue el arquitecto Domingo Lareu; y del Teatro Principal Faustino Flores, inaugurados en el año 1878. El 14 de abril de 1980 un gran incendio destruyó los edificios. Más tarde el ayuntamiento adquiere el Teatro principal y lo reforma, inaugurando en 1997 el diseño actual del arquitecto José Ramón Miyer Caridad.